El pueblo andaluz de Marinaleda se pone a veces como ejemplo de alternativa al capitalismo. Los vecinos apenas han notado la crisis y todos tienen casa y empleo. Sin embargo, la otra cara de este feudo comunista es que apenas hay trabajos cualificados, los que quieren emprender lo tienen difícil y criticar al alcalde y su gestión puede valer el despido.
Reportaje publicado en Elsevier Juist (Holanda) y en Magazine de La Vanguardia (España)