El 6 de junio de 1944, 5 millones de hombres se enfrentaron en cinco playas hermosas y desaforadas. Un año más tarde acababa una guerra en Europa. En cada barcaza cabían 80 soldados, 450 kilos en fusiles, 1500 en munición; es difícil calcular el peso de las manos, sobretodo de las manos.
Debe haber pocas playas tan hermosas donde hayan muerto medio millón de hombres.
El domingo por la tarde, los meteorólogos observaron una cierta mejoría y tiempo aceptable para el martes 6.
Por la noche, el viento roló al noroeste fuerza 5. A las cuatro y cuarto de la madrugada del lunes 5, aparecieron frente a las costas normandas seis acorazados, 23 cruceros, 122 destructores y 360 torpederos poniéndose en marcha la mayor operación anfibia de la Historia.
El destino era cubrir las playas, conocidas en clave como Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.
De los 17.000 americanos y 4.255 británicos de las divisiones aerotransportadas pocos cayeron en el lugar previsto, bastantes fueron bajas y su llegada a tierra resultó tan caótica que los puestos de mando alemanes recibieron noticias de paracaidistas y planeadores cayendo en todas partes.
El silencio de la noche había dejado paso a un increíble estruendo y confusión.
Una vez en la arena, los hombres tropezaron con un infierno de minas y disparos que generó una confusión de muertos, vehículos, armas, explosivos, materiales y chatarra de todo tipo. En las cuatro primeras horas se perdieron en Omaha 3.000 hombres.
Fracasados los primeros contraataques, von Rundstedt y Rommel comprendieron que habían perdido la batalla de la costa. Este día fue bautizado como el “Día D”, el “día mas largo”.