NOPHOTO es un colectivo de fotografía contemporánea nacido en 2005 con el objetivo de hacer viables proyectos individuales y colectivos NO convencionales.
Se caracteriza por una actitud abierta en contenidos, una tendencia interdisciplinar en las formas, la utilización de múltiples soportes de difusión de los proyectos, como web y proyección digital y la implicación personal en el proceso de gestación y producción de los mismos.
NOPHOTO hace de la negación su punto de partida. NOPHOTO no es una agencia de fotógrafos, sino una ACTITUD. Una manera de ver. Una revolución. Un NO (que nunca está de más).
Esta actitud estética hace que NOPHOTO no renuncie a ninguna forma de creación o exhibición. Los trabajos del colectivo ofrecen una experimentada mirada sobre lo cotidiano que siempre conduce a lo extraordinario. Este proceso es resultado de la reflexión en grupo y de la interacción de procesos de creación alternativos.
“No es que nos guste ir a la contra, es que lo que nos divierte es caminar despacio, torpemente, observar las diferencias menudas entre las cosas, descubrir sus ritmos. Tratar de describir un objeto, dar una vuelta alrededor, acariciar su contorno y cubrir todo el perímetro. Preguntarse de qué está hecho y qué papel cumple en la historia. Obligarse a agotar el tema y no decir nada. Obligarse a mirar con sencillez y no resolver nada. No ilustrar, no definir, no fotografiar. Lo que nos gusta es desfotografiar las cosas y desnombrarlas.”
NOPHOTO ha sido galardonado con el Premio Revelación 2006 del Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PHotoEspaña.
Libro que narra la deriva compartida entre dos autores que viajan juntos por las carreteras secundarias de España y Portugal. Con textos de Rafael Argullol, Alejandro Castellote y Estrella de Diego. Diseño de Juanjo Justicia (underbau). Editorial PHREE. + info: phree.es
¿Se puede mirar el mundo con la misma disposición con la que miramos el libro de fotografías? ¿Es posible asomarse a la realidad abriéndola por cualquier sitio? En el verano del 2007, motivados por estos pensamientos, los autores del proyecto 'Península' pactaron las reglas de una deriva que habría de alargarse en el tiempo más de lo imaginado. Durante cuatro años viajaron de forma intermitente por las carreteras de España y Portugal. “Llegábamos hasta los lugares paseando, siempre como desenlace de nuestro extravío intencionado. No anhelábamos que el viaje se concretase en modo alguno, nos apremiaba la emoción de correr detrás del propio paseo.”